Parámetros productivos en la apicultura.
La apicultura no solo procura miel; también genera otros productos valiosos como cera, polen, jalea real y propóleos. Estos bienes requieren condiciones y manejos específicos para maximizar su rendimiento.
PRODUCCION ANIMAL
7/2/202510 min leer
La apicultura no solo procura miel; también genera otros productos valiosos como cera, polen, jalea real y propóleos (1). Estos bienes requieren condiciones y manejos específicos para maximizar su rendimiento. En general se mide la productividad de cada colonia en unidades físicas (kg de miel, kg de polen, g de jalea real, g de propóleos, etc.) o en términos de crecimiento poblacional (área de cría, número de abejas). Cada parámetro productivo se ve influido por factores internos de la colmena y externos del entorno. A continuación se describen los principales productos apícolas, los factores que inciden en su rendimiento, cómo se evalúan los indicadores de productividad y las prácticas para mejorarlos.
Productos apícolas y sus parámetros de productividad
Miel
La miel es la secreción dulce obtenida del néctar o la mielada que las abejas convierten y almacenan en celdillas operculadas. Es el producto más cuantitativo de la colmena. Se mide habitualmente en peso (kg de miel por colmena por cosecha)(2). Una colmena fuerte y bien manejada puede producir típicamente decenas de kilogramos de miel por temporada (2, 3). Sin embargo, la producción real depende de numerosos factores: la ubicación y la abundancia de flora nectarífera, el clima local, la fecha de instalación y edad de la colmena, entre otros (4, 5). Estudios en México han identificado la ubicación del apiario, la diversidad de floración melífera y el tiempo transcurrido entre la instalación de la colmena y la cosecha como variables estratégicas clave para el rendimiento de miel (6). En la práctica, el apicultor controla la producción de miel supervisando las reservas de néctar (llenado de cuadros), el tráfico de abejas y el peso de los alzas. Para medirla, es habitual usar alzas (cajones) pre-pesados antes y después de la cosecha . Indicadores útiles incluyen el número de cuadros llenos de miel y el porcentaje de panales operculados. El manejo adecuado —tal como agregar espacio antes de escasez de floración y reemplazar reinas envejecidas— maximiza la recolección de miel.
Polen
El polen apícola son granos de polen floral recogidos por las abejas, mezclados con néctar y secreciones salivares (7). Sirve de alimento proteico esencial para la colonia. Se recolecta comercialmente con trampas de polen (rejillas en la piquera) que obligan a las abejas a soltar gran parte del polen de las corbículas al entrar en la colmena (8). En la imagen se observa una trampa de polen en la piquera, donde la abeja recoge el polen y lo deposita en una charola recolectora (8); Las necesidades de polen de una colonia fluctúan (entre unos 10–55 kg/año según estudios) (9), pero una parte de este polen se consume internamente (crecimiento de cría). Como referencia, se estima que una abeja obrera consume al menos 65 mg de polen en su vida (9). En la práctica apícola, la productividad de polen se evalúa por el peso obtenido en la trampas (kg por colmena/año). Sin embargo, hay que considerar que las trampas capturan solo 10–50% del polen recolectado (10). Un indicador indirecto es la cobertura de pan de abejas (polen almacenado en celdas), que normalmente requiere unas 0.5–2 dm² de celdillas llenas al día en una colonia sana (10). Para mejorar la recolección, se recomienda mantener colmenas vigorosas con reinas jóvenes (mayor cría estimula mayor recolección proteica)(11), y ubicar apiarios cerca de cultivos o flora con polinización abundante.
Jalea Real
La jalea real es la secreción blanquecina producida por las glándulas hipofaríngeas y mandibulares de las abejas nodrizas (de 6 a 12 días de edad) (12). Nutre a las larvas y en especial a las futuras reinas (las cuales la reciben 24/7 durante su desarrollo). Se mide recolectando el peso de jalea real extraída de celdillas reales tras la inducción (elaboración de celdillas artificiales y cepillado de larvas). Los rendimientos comerciales son modestos (gramos por colonia), aunque varían según técnica, época y genética. Estudios recientes muestran que la cantidad de polen disponible y el número de nodrizas influyen notablemente en el rendimiento: dietas ricas en polen estimulan el desarrollo glandular de las obreras y expresan genes clave de jalea real, lo que aumenta la producción total; además, un mayor número de obreras alimentadoras incrementa el volumen de jalea recolectado (12). En la práctica se controla la productividad de jalea real midiendo gramos por colmena por campaña y la tasa de aceptación de larvas en celdas reales. Para mejorar la producción, se utilizan colmenas con alta población de nodrizas, alimentación proteica suplementaria (polen o tortas proteicas) y cepas selectas de abejas “Jata” o “de jalea real” con mayor capacidad glandular.
Cera
La cera de abejas es una mezcla compleja de lípidos orgánicos secretada por glándulas especializadas en obreras de ~12-18 días (13). Se usa para construir panales de cría y miel. El rendimiento se mide pesando la cera obtenida tras procesar los opérculos (capas de cera retiradas al extraer miel) y derretir panales viejos. Aproximadamente se obtienen 2.5–3 kg de cera por cada 100 kg de miel extraída (14). En otras palabras, las abejas consumen unos 8–10 kg de miel para producir 1 kg de cera (15). En la figura se muestra un bastidor con hoja de cera estampada, preparado para ahorrar energía a la abeja en la construcción de panales (16); Para medir la productividad de cera se compara el peso de la cera extraída tras la extracción de miel (marquetas de opérculo fundidas) con el peso de la miel cosechada. Otra opción es registrar la cantidad de panales viejos reemplazados. Un indicio indirecto es la rapidez de construcción de nuevos cuadros (poco tiempo para dibujar panales indica colmena fuerte). La calidad de la cera (ausencia de impurezas químicas) también se evalúa en el procesamiento. Para aumentarla, se estimula el refrán de panales añadiendo láminas de cera estampada (como en la imagen) y se evita la escasez de miel (porque si la colonia carece de reservas suprime la producción de cera).
Propóleos
El propóleos o “pegamento de las abejas” es una resina recolectada de brotes y cortezas, mezclada con cera, que usan para sellar y proteger la colmena. Se obtiene raspando marcos y marcos de piquera o usando trampas de propóleos. Su producción es baja: en promedio se reporta una cosecha de unos 50– 100 gramos por colmena por temporada (17), aunque varía enormemente según clima y genética. Se mide en peso (g/colmena/año) tras recolectarlo seco. Un indicador es la cantidad de grietas y espacios sellados dentro del cajón; una alta acumulación indica abundante provisión de resina. Para mejorarla, se pueden instalar trampas con orificios finos que inducen a las abejas a taponarlos con propóleos; asimismo, ubicar colmenas cerca de fuentes resiníferas (pinos, eucaliptos) aumenta el potencial de cosecha (17).
Núcleos de abejas (unidad de multiplicación)
Los núcleos apícolas son colmenas pequeñas (pocas abejas) con una reina joven, usadas para reproducir colonias o vender material vivo. Aunque no son “producto” alimenticio, su producción (número de núcleos construidos al año) es un indicador de productividad de cría. Se cuantifica por el número de cuadros de cría y población total alcanzada en el núcleo. Un núcleo fuerte (con muchos cuadros de cría) demuestra la capacidad reproductiva del apiario. Para producir núcleos, el apicultor suele dividir colmenas numerosas o criar reinas selectas. Así, la tasa de éxito de núcleos (porcentaje de núcleos vivos tras la primera estación) es un indicador de sanidad y genética que puede mejorarse con selección de reinas vigorosas.
Factores que afectan la productividad apícola
La producción apícola es multifactorial.
Manejo apícola: revisiones regulares, alimentación suplementaria y control de enjambrazón influyen directamente en la productividad. Por ejemplo, proveer jarabe azucarado en época de poca floración mantiene el crecimiento de cría y evita déficits de reservas.
Genética de las abejas: distintas razas o líneas (ligustica, carnica, africanizada, razas locales) varían en intensidad de postura, docilidad, resistencia a enfermedades y propensión a enjambrar, todo lo cual altera la productividad. Reinas de alta postura incrementan la población y por ende la recolección de recursos.
Alimentación y nutrición: la disponibilidad de néctar (miel) y polen en el entorno es crítica. La densidad y diversidad de flores melíferas determina cuánto néctar y polen alcanzarán las colmenas (5). Zonas con monocultivos pueden limitar la dieta anual de la abeja.
Clima y fenología: la temperatura, lluvias y humedad afectan la fenología de las plantas nectaríferas y la actividad de vuelo de las abejas (18). Heladas tempranas, veranos muy secos o inviernos largos reducen las cosechas. En general, un clima templado y estable alarga la temporada de floración y puede elevar la producción de miel en ~20–30% comparado con climas más extremos (19).
Flora apícola: la distancia a las fuentes de néctar/polen (mieles monoflorales vs. melíferas) y su ritmo de floración es determinante. Colmenas bien ubicadas cerca de amplias floraciones (citrus, albañilias, girasoles, sorgo, etc.) rindieron notablemente más miel (5).
Sanidad de las colmenas: plagas (ácaro Varroa, crisálidas dañinas) y enfermedades (Loque, nosema, virus) afectan la salud y vigor de las abejas. Colonias infestadas reducen su postura y recolección. El control sanitario oportuno evita merma en la producción.
Tipo de colmena: el diseño de la colmena (Langstroth, Dadant, Layens, Warré, colmena horizontal) incide en la ventilación, espacio y facilidad de manejo. Por ejemplo, un diseño con buena ventilación reduce la humedad y enfermedades, mientras que la elección del formato afecta la facilidad de extracción de miel y cera. Aunque no hay un “modelo único”, se recomienda usar la colmena estándar local (para facilitar insumos y manejo) y mantenerla en buen estado.
En síntesis, la combinación de estos factores internos y externos determina los rendimientos apícolas (4, 20). Los estudios sugieren que el apicultor reflexione sobre su manejo (revisión de ubicación, nutrición, sanidad, etc.) para diseñar estrategias que mejoren el rendimiento (21). Por ejemplo, minimizar la distancia de vuelo (trasladar colmenas a floraciones cercanas) o garantizar flora nectarífera diversificada son medidas efectivas para elevar la productividad (5).
Medición de parámetros e indicadores de productividad
Para evaluar la producción apícola se utilizan indicadores cuantitativos y cualitativos. En miel, el parámetro principal es el peso de miel cosechada por colmena en la temporada (kg/colmena). En prácticas, se pesan los alzas (con miel) antes y después de la extracción. En polen, se pesa el polen recolectado de las trampas (kg/colmena/año). Para jalea real se determina el peso en gramos de la sustancia pura extraída. La cera se mide en kg una vez derritida la cera de opérculos y panales, o como proporción de la miel (kg cera/100 kg miel) (14). El propóleos se mide en gramos por colmena obtenidos con trampas o raspado.
Más allá de productos concretos, un indicador clave es la fuerza de la colonia. Se mide estimando la población de abejas adultas y la superficie de cría ocupada (22). Métodos estándar consisten en contar el número de cuadros con abejas (o el porcentaje de celdas ocupadas por abejas) y celdas de cría presente (2, 22). Estos parámetros de población correlacionan con la capacidad de recolección: colmenas con más abejas y cría amplia tienden a producir más miel y polen (22). Otros indicadores indirectos incluyen la actividad de vuelo (número de abejas saliendo por minuto), la velocidad de construcción de panales, el patrón de operculado y la salud general (ausencia de síntomas de enfermedad). Por ejemplo, la densidad de polen almacenado en los cuadros puede reflejar la demanda nutritiva de la colonia. En resumen, se combinan mediciones de rendimientos físicos (peso/volumen de producto) con evaluaciones de colonia (abasto de recursos, estado de cría) para monitorear la productividad.
Mejora de la productividad apícola
Para elevar los parámetros productivos es crucial optimizar los factores descritos. En el manejo apícola se recomienda reemplazar reinas viejas por jóvenes regularmente (reinas de más de 2–3 años suelen poner menos huevos) y prevenir enjambres añadiendo espacio en la colonia a tiempo (23). La alimentación suplementaria (jarabes de azúcar y tortas proteicas) en épocas de escasez mantiene el crecimiento de la colonia. La selección genética de abejas con alta postura y resistencia a enfermedades mejora rendimientos a largo plazo. Se debe favorecer una flora melífera variada plantando cultivos y plantas melíferas cercanas y trasladando colmenas a floraciones ricas cuando cambian las estaciones. Mantener óptimas condiciones sanitarias (controlar Varroa, Loque y otros) asegura colonias vigorosas. Finalmente, usar colmenas en buen estado con ventilación adecuada y buena higiene interna (reemplazo de panales sucios) favorece el bienestar de las abejas.
En conjunto, la aplicación de prácticas apícolas adecuadas tiene efectos sinérgicos en la producción. Como concluyen varios estudios, el apicultor debe “reflexionar sobre sus prácticas apícolas y diseñar estrategias” basadas en estos factores para mejorar el rendimiento mielero y global (21). Mejorar la disponibilidad de alimentos, la genética de las abejas y el cuidado sanitario normalmente se traducirá en mayores cosechas de todos los productos de la colmena.
Fuentes: La presente revisión se basa en estudios y documentos técnicos reconocidos en apicultura (4, 17, 20, 22, 24), que detallan los productos de la colmena, los factores determinantes de producción y los métodos de medición. Los datos y recomendaciones aquí expuestos están extraídos de fuentes académicas e institucionales del sector apícola.
(1) Bee products: providing nutrition and generating income - Honeybees, beekeeping and bee products in our daily lives
https://www.fao.org/fsnforum/consultation/bee-products-providing-nutrition-and-generating-income-honeybees- beekeeping-and-bee
(2, 22) bees.caes.uga.edu
https://bees.caes.uga.edu/content/dam/caes-subsite/bee-program/images/research-archives/ JARStandardmethodscolonystrength.1.03.pdf
(3, 19) How Much Do Beekeepers Make Per Hive? Earnings Guide — Blythewood Bee Company
https://blythewoodbeecompany.com/blogs/news/how-much-do-beekeepers-make-per-hive?srsltid=AfmBOop7sjlRY-uqwPlaiQxqVHso2SwYU9OD576YpxlI1svDDOOegvqb
(4, 5, 6, 18, 20, 21) Variables de influencia para la producción de miel utilizando abejas Apis mellifera en la región de Misantla
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-09342019000601353
(7, 8, 11, 13, 14, 15, 16, 24) Abejas y Apicultura
https://atlas-abejas.agricultura.gob.mx/cap2.html
(9, 10) How much pollen does a colony need? – Insignia-EU
https://www.insignia-bee.eu/how-much-pollen-does-a-colony-need/
(12) Mechanistic exploration of royal jelly production in caged honey bees (Apis mellifera) | Scientific Reports
https://www.nature.com/articles/s41598-024-82094-3?error=cookies_not_supported&code=4bcaef80-73a9-4bf3-9cc2-b07e259b6a66
(17) Thriving Hives: Propolis - Harvest and Usage | USU
https://extension.usu.edu/beekeeping/research/propolis-harvest-and-use
(23) Cómo Tener Éxito en la Apicultura: Los 6 Factores que Marcan la Diferencia
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