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Curva de lactancia en bovinos: definición e importancia

La curva de lactancia es el perfil gráfico de la producción de leche de una vaca a lo largo de su ciclo productivo (desde el fin de la fase de calostro hasta el secado). Típicamente abarca unos 305 días de ordeño y unos 60 días de secado previo al parto siguiente.

PRODUCCION ANIMAL

7/22/202512 min leer

La curva de lactancia es el perfil gráfico de la producción de leche de una vaca a lo largo de su ciclo productivo (desde el fin de la fase de calostro hasta el secado). Típicamente abarca unos 305 días de ordeño y unos 60 días de secado previo al parto siguiente (1, 2). En la práctica, se busca un parto por año: se ordeña unos 305 días y luego se seca la vaca 50–60 días antes del próximo parto (2, 3). Este indicador es fundamental porque permite evaluar el desempeño productivo de cada vaca y del rebaño, y tomar decisiones de manejo y selección genética. Conocer la forma de la curva ayuda a maximizar la producción en momentos clave y mejorar la rentabilidad (4, 5). Por ejemplo, optimizar la curva permite mantener ingresos de leche más constantes a lo largo del año, lo cual es especialmente valioso en sistemas lecheros intensivos (5, 6).

Fases de la curva de lactancia

La curva de lactancia se caracteriza por varias etapas:

  • Inicio de lactancia: tras el parto se elimina el calostro y comienza el ordeño comercial. La producción diaria sube rápidamente en las primeras semanas a medida que aumenta la ingesta de alimento y se activa la glándula mamaria (4, 7).

  • Ascenso hacia el pico: la tasa de aumento de producción (pendiente ascendente) define qué tan rápido llega al punto máximo. Este pico de lactancia suele ocurrir entre las semanas 4 a 10 posteriores al parto (aprox. 1-2 meses) en vacas lecheras de razas especializadas (5, 8). En vacas Holstein bien alimentadas, el pico puede rondar 30–40 L/día, mientras que en Jersey es menor (en el estudio citado, 36 L/d vs 25 L/d) (8).

  • Pico de producción: es el nivel máximo diario. A partir de allí la curva comienza a descender. Vacas jóvenes (primerizas) suelen alcanzar el pico un poco antes y a menor volumen que vacas maduras, pero mantienen el nivel con más persistencia (8, 9).

  • Declive y persistencia: después del pico, la producción diaria cae de forma gradual. La persistencia de la lactancia se refiere a qué tan plana o empinada es esta caída. Una curva persistente es más plana (el descenso es lento) y suele asociarse a vacas que mantienen mejor la producción tras el pico (10, 11). En la práctica, vacas jóvenes a menudo tienen mayor persistencia: estudios muestran que las primíparas pierden producción más lentamente que las vacas adultas, lo que indica mayor persistencia en vaquillonas (9, 10).

  • Fase final y secado: cerca del final de la lactancia la producción baja marcadamente. Finalmente se seca la vaca, cesando la producción un tiempo antes del próximo parto.

Factores que afectan la forma de la curva

La forma de la curva de lactancia está influenciada por múltiples factores genéticos y ambientales. En general, cualquier factor que afecte a la vaca antes o después del parto modificará la curva, “achatará” (mayor persistencia) o “acortará” (menor duración o pico) la producción de leche (5, 12). Entre los factores más relevantes se incluyen:

  • Raza y genética: las razas lecheras especializadas (Holstein, Jersey, Pardo Suizo, Normando, etc.) están genéticamente seleccionadas para alta producción y curvas empinadas (altos picos). En cambio, razas cebuinas adaptadas (Gyr, Brahman, Sahiwal, etc.) o cruzas dobles propósito suelen tener menor pico pero a veces mejor persistencia y adaptación al calor (13, 14). Dentro de una raza, la persistencia genética puede incrementarse usando toros con alto valor de persistencia (EBV). Por ejemplo, toros con EBV de persistencia >100 producen hijas con curvas más planas (menos leche al inicio y más al final) (15).

  • Paridad (número de lactancia): las vacas en primera lactancia aún no han completado su crecimiento y por eso producen menos al inicio. Estudios han mostrado que la segunda lactancia puede elevar la producción total en ~28% respecto a la primera (16). Con cada lactancia adicional, el pico suele ser mayor pero la pendiente de descenso es más pronunciada, reduciendo la persistencia relativa (10, 16). De hecho, en condiciones de pastoreo, primíparas presentaron menor producción que multíparas hasta la semana 20, luego las alcanzaron, lo que sugiere una mayor persistencia en vaquillonas (9).

  • Nutrición y manejo alimenticio: la dieta es determinante para alcanzar un buen pico y mantener la producción. Una vaca mal alimentada (niveles de energía o proteína insuficientes) tendrá un pico menor y caída más rápida. Del mismo modo, una mala condición corporal antes o durante la lactancia (tanto baja como excesivamente alta) afectará la curva (5). Es crucial balancear la ración para las vacas de más alto potencial, evitando déficit energético en el inicio de lactancia. Mantener buenas reservas corporales y un balance energético positivo reduce riesgos (menor acortamiento de la curva) (5, 11).

  • Estado sanitario: enfermedades metabólicas (cetosis, hipocalcemia), mastitis u otros problemas sanitarios perjudican el rendimiento lechero. Por ejemplo, hipocalcemia postparto puede reducir la producción temprana; la mastitis incrementa la caída de la curva. Un rebaño sano tiende a mantener mejor producción.

  • Manejo reproductivo: el estado reproductivo influye indirectamente. Vacas preñadas temprano tienden a secarse antes (lactación más corta), mientras que parto obstaculiza la curva. Idealmente, se insemina para lograr concepción alrededor de los 60–80 días de lactancia, de modo que la vaca sea seca a los 305 días y nazca el ternero cada ~12 meses (2, 3). Excesivos días abiertos prolongan lactancias (baja eficiencia por día adicional sin cría) o requieren secados muy largos.

  • Clima y estaciones: en sistemas de pastoreo estacional (por ejemplo, en regiones templadas o tropicales), el pico puede alinearse con temporadas de mejor forraje. Estudios argentinos muestran que vacas paridas en primavera alcanzan picos más altos y sostenidos que aquellas de otoño; la época del parto puede modificar el patrón de caída (9, 16). Asimismo, estrés térmico (calor intenso) reduce la ingestión y suele bajar el pico de lactancia y acortar la curva.

  • Frecuencia de ordeño y fotoperíodo: ordeños más frecuentes (3 veces/día) aumentan el pico y favorecen la persistencia. Exponer a las vacas a días largos (16-18 h luz) incrementa la producción y planitud de la curva (17).

En resumen, la curva refleja la interacción de genética y manejo. A mayor potencial genético y mejor manejo (nutrición, salud, ambiente), se tiende a curvas de mayor producción y mejor persistencia (5, 18).

Diferencias: lechería, doble propósito y carne

Las vacas especializadas en leche (Bos taurus lecheras) presentan curvas de lactancia muy superiores a otras. Por ejemplo, vacas Holstein en condiciones de alta nutrición pueden producir decenas de miles de litros en una lactancia (e.g. 10.000–12.000 L con facilidad, incluso casos excepcionales >20.000 L) (19, 20). Vacas Jersey producen menos volumen (6.000–10.000 L por lactancia) pero con alto contenido graso (13). Otras razas europeas (Pardo Suizo, Normando) también pueden superar 6.000 L; por ejemplo, se reporta 6.000–7.000 L/lactancia en Normando y 10.000–12.000 L en Pardo Suizo (20). Estas curvas tienen picos muy altos (30–40 L/d) y descensos rápidos, buscando máximos rendimientos diarios.

En ganadería de doble propósito (Bos taurus × Bos indicus, o razas rústicas cruzadas) los rendimientos son intermedios. Por ejemplo, el ganado Girolando (mezcla 5/8 Holstein + 3/8 Gyr) ajustado a 305 d/ lactancia produce en promedio unos 3.500 kg (22). Vacas Gyr en trópicos producen en promedio 9–12 L/ día (2.500–4.000 kg por lactancia) (14), aunque en India pueden alcanzar hasta 50 L/d en casos excepcionales (23). En la práctica, cruzas tropicales (Holstein × Brahman, Holstein × Gir, etc.) suelen rendir varios miles de kg, ofreciendo mayor rusticidad al clima.

En ganado de carne, la lactancia sólo busca asegurar el crecimiento del ternero. Las razas cárnicas británicas tradicionalmente destetan terneros de buen peso: estudios en Argentina reportan ~900 kg de leche en 230–240 días de lactancia para Shorthorn o Aberdeen Angus, frente a ~592 kg en Hereford (24). Esto equivale a ordeños de 3–5 kg/d en promedio. Razas cebú (Brahman, Nelore) son menos lecheras: por ejemplo Brahman puro rindió unos 2 kg/d (≈600 kg/lact) y Santa Gertrudis (5/8 Shorthorn + 3/8 Brahman) unos 6.8 kg/d (25). En sistemas extensivos ganaderos de carne, las curvas son menores, con picos bajos y descensos pronunciados, pues la producción está limitada por pastos y no se busca saturar producción de leche. En estos sistemas el manejo nutricional (nivel de forraje) determina en gran medida la forma de la curva (24, 26).

Ejemplos de curvas por raza

A modo de ejemplos concretos, se pueden citar curvas típicas o modelos ajustados en distintas razas:

  • Holstein-Friesian: Es la raza líder mundial. Se caracteriza por un pico muy alto (~35–40 L/d) a los 40–60 días posparto y una caída acentuada en meses posteriores. Con buena alimentación puede tener lactancias >10.000 kg. Por ejemplo, en España se reporta una media alrededor de 12.000 L (305 d) con 3,7% grasa (19).

  • Jersey: Con menor tamaño, su pico es menor (~25–30 L/d), pero mantiene mayor porcentaje de grasa (4–5%). Llegan a lactancias de 6.000–10.000 kg. Se adaptan mejor a dietas ricas en forraje; estudios indican 5.000–6.000 L en trópico extensivo (13).

  • Normando: Raza de doble propósito con sesgo lechero. Picos moderados (~20–25 L/d) y buena composición. Producen ~6.000–7.000 L/lactancia (21).

  • Pardo Suizo (Brown Swiss): Alta producción casi al nivel Holstein. Picos de ~35 L/d, con lactancias de 10.000–12.000 L (20).

  • Gyr (Bos indicus): Raza zebuínica lechera originaria de India. En condiciones moderadas da ~9– 12 L/d (aprox. 3.000 L/lact) (14). Sin embargo, en su India natal se han reportado animales excepcionales que alcanzan 50 L/d (23).

  •  Brahman y Santa Gertrudis: Pura Brahman es poco lechera (~2 kg/d según algunas referencias) (25), mientras Santa Gertrudis (mezcla cebuina-británica) puede dar ~6–7 kg/d. En praderas de Brasil, cruzas Gyr-Holstein (Girolando) obtienen ~3.500 kg/lact (22).

  • Criollas latinoamericanas: Raza criolla o Criollo Limonero suelen producir ~2.000–3.000 kg/lact (datos FAO sugieren ~2.500 kg) con lactancias de ~240–300 días. Sus curvas son planas por adaptación a pastoreo extenso.

En estudios comparativos, por ejemplo, vacas Holstein y Jersey de similares condiciones mostraron curvas de forma parecida, pero las Holstein tuvieron 33% más producción en el inicio (7). Las Jerseys alcanzaron su pico antes (3 semanas vs 5 semanas) pero a menor volumen (8). Este tipo de estudios se usan para ajustar modelos matemáticos (Wood, Wilmink, etc.) que describen la curva y permiten estimar parámetros (nivel inicial, rapidez de ascenso/bajada, etc.) (5, 27).

Parámetros productivos asociados

Al analizar una curva de lactancia se suelen definir varios parámetros clave:

  • Duración de la lactancia: meses en que la vaca está en producción. En sistemas intensivos se normaliza a ~305 días (2); en ganadería extensiva puede ser menor.

  • Producción total: litros acumulados al final de la lactancia normalizada (por ejemplo, 305 d). Refleja la eficiencia general.

  • Pico de producción: litros diarios máximos alcanzados, índice de rendimiento en la etapa crítica.

  • Persistencia: tasa de disminución tras el pico. Se cuantifica de diversas formas (ratio de producción a 280 d vs 60 d, pendiente de descenso, etc.) (10). Curvas más planas (alta persistencia) implican más producción tardía relativa. Se asocia favorablemente con salud y longevidad de la vaca (11, 18).

  • Intervallo entre partos (IEP): plazo entre un parto y el siguiente. Idealmente se busca ~365–380 días (1 año). Esto implica secar la vaca alrededor de los 305 días de lactancia para lograr ciclo anual (2, 3). Un IEP largo (baja concepción o largos descansos) extiende la curva o genera más vacas secas, reduciendo la eficiencia anual.

  • Días abiertos (DO) e índices reproductivos: aunque no forman parte de la curva de lactancia directamente, están ligados porque el estado reproductivo determina la duración de la lactancia y la condición corporal, afectando la forma de la curva.

A mayor producción total y pico, suele reducirse la persistencia relativa. Por ejemplo, en vacas Holstein se observó que tercios partos con picos más altos tuvieron declives más pronunciados (10). Por eso, en la evaluación de rebaños lecheros se calculan índices como “días a pico” o “grado de persistencia” para tomar decisiones. 

Estrategias prácticas para mejorar la curva de lactancia 

Para optimizar la curva de lactancia en la explotación, se recomiendan varias prácticas de manejo:

  • Nutrición adecuada en cada etapa: balancear la dieta de acuerdo a la fase. En la fase inicial se debe asegurar energía y proteína suficientes (por ejemplo, concentrados balanceados con forrajes de alta calidad) para favorecer el pico. Es útil definir la ración según el rendimiento de las vacas más productoras (28). Mantener la misma calidad de alimento para todo el rebaño y revisar registros de producción ayuda a detectar caídas anómalas. También es recomendable conservar condición corporal (~BCS 3–3.5) durante la lactancia, suplementando silajes o granos si es necesario (5, 28).

  • Manejo reproductivo eficaz: inseminar temprano (alrededor de 60–80 días posparto) es clave para preñar la vaca en producción y poder secarla a tiempo (60 días antes del parto) para un IEP de ~365 días (2, 3). Se debe coordinar el programa reproductivo para que no se prolongue innecesariamente la lactancia ni se sequen excesivamente a las vacas.

  • Selección genética por persistencia: incorporar toros con alta persistencia (buen EBV) genera hijas con curvas más planas. Esto mejora la estabilidad de producción y, a largo plazo, la salud del hato (11, 15).

  • Control sanitario y manejo de estrés: prevenir enfermedades metabólicas (por ejemplo, balancear calcio pre-parto) y mastitis; además, mitigar el estrés térmico mediante sombra, ventilación o enfriamiento en épocas cálidas. Una vaca sin estrés puede expresarse mejor genéticamente.

  • Frecuencia de ordeño y fotoperiodo: ordeñar más seguido (p.ej. 3 veces/día en el pico) aumenta el pico y puede mejorar la persistencia. Ampliar la duración del día (luz >16 h/día) también favorece producción y prolonga la curva de lactancia (curva más plana).

  • Monitoreo continuo: llevar registros de producción semanal permite ajustar el manejo. Se debe detectar rápidamente bajadas inusuales en la curva y corregir causa (alimentación, salud, inseminación fallida, etc.) (5, 28).

En general, el objetivo es obtener una curva de lactancia equilibrada: un pico alto pero sin que la vaca pierda excesivamente reservas corporales, manteniendo una persistencia razonable. Las curvas planas son deseables porque reducen el balance energético negativo en el postparto y se traducen en vacas más sanas y longevas (11, 18).

Ejemplos regionales

  • América Latina: En sistemas tropicales, suelen predominar razas Criollas o cruzas con Holstein. Por ejemplo, en Costa Rica se observó que una vaca Jersey produce unos 1,8 L/día menos en promedio que una Holstein similar (día 2 al día 305) (29). En Argentina, estudios de campo en rodeos a pastoreo encontraron que las vacas que paren en primavera alcanzan picos más altos y mantienen producción más tiempo que las de otoño (9,  16). En ganado de carne sudamericano, las razas británicas permiten destetar terneros pesados (~900 kg leche/lact)(30).

  • Europa: Con sistemas intensivos, vacas Holstein europeas suelen promediar entre 7.000 y 10.000 kg/lact (e.g. Holstein en España ~12.000 L) (19, 20). La UE en conjunto reportó un rendimiento aparente medio de ~7.800 kg/vaca en 2023 (31), con países nórdicos y bálticos por encima y Europa del Este por debajo de ese promedio. Además, razas nativas como Pardo Suizo o Jersey también aportan a la alta producción lechera en la UE (13, 20).

  • India y Asia: India es el mayor productor de leche mundial, basado en vacas Zebu (Gir, Sahiwal) y búfalos. En su zona de origen, algunas vacas Gyr pueden dar hasta 50 L/d en pico (23). Sin embargo, la mayoría de pequeños productores obtienen rendimientos modestos (~1.360 L/año por vaca) (32)   debido a sistemas extensivos. En general, las razas nativas asiáticas tienen curvas muy planas pero picos bajos (p.ej. 20–30 L en pico).

  • Estados Unidos: Se utilizan principalmente Holstein en estabulación intensiva. El rendimiento promedio por vaca (pasto incluido) fue de 23.391 lb en 2019 (≈10.600 kg) (33). Allí la curva típica de 305 días sigue el patrón clásico: pico alrededor de 60–70 d con ~35–40 L/d, descendiendo progresivamente. Vale notar que en EE.UU. modernas estrategias de selección han incrementado notablemente el rendimiento por lactancia (+10,6% en 2010–2019) (33).

Cada región adapta la curva al sistema productivo disponible: clima, razas criadas y niveles de alimentación hacen que no exista una sola “curva estándar” global, sino variaciones según entorno (5, 32).

Referencias

La información anterior está basada en literatura científica y técnica actualizada, informes de ganadería lechera y estudios de caso regionales (2, 4, 5, 13, 22, 24, 31, 33), entre otros. Cada dato citado puede consultarse en las fuentes ligadas.

(1) Cómo analizar una curva de lactancia en vacas lecheras | Fedegán

https://www.fedegan.org.co/como-analizar-una-curva-de-lactancia-en-vacas-lecheras

(2, 4, 5, 9, 12, 16) IDIA_9_1_armado final.qxp

https://www.produccion-animal.com.ar/produccion_bovina_de_leche/produccion_bovina_leche/139-curva_produccion.pdf

(3) CURVA DE LACTANCIA | Engormix

https://www.engormix.com/lecheria/miscellaneous/curva-lactancia_f6848/

(6, 11, 15, 18, 34) La persistencia de la lactancia: una herramienta

https://www.vikinggenetics.com/es/noticias/la-persistencia-de-la-lactancia

(7, 8, 27)   C:\RevistaWeb\Sistemas.wpd

https://www.produccion-animal.com.ar/produccion_bovina_de_leche/razas_lecheras/106-curvas_lactancia.pdf

(10, 17) Evaluating Milk Peak and Persistency Using DHIA Data Part 1

https://extension.psu.edu/evaluating-milk-peak-and-persistency-using-dhia-data-part-1

(13, 20, 21) Razas bovinas especializadas en leche - Rumiantes

https://www.veterinariadigital.com/articulos/razas-bovinas-especializadas-en-leche/

(14, 22)   Gyr

https://www.asocebu.com/index.php/razas/gyr

(19) Holstein (raza bovina) - Wikipedia, la enciclopedia libre

https://es.wikipedia.org/wiki/Holstein_(raza_bovina)

(23, 32)   En su tierra de origen las vacas gyr alcanzan los 50 litros de leche al día | CONtexto Ganadero

https://www.contextoganadero.com/internacional/en-su-tierra-de-origen-las-vacas-gyr-alcanzan-los-50-litros-de-leche-al-dia

(24, 25, 26, 30) EL SITIO DE LA

https://www.produccion-animal.com.ar/informacion_tecnica/cria_amamantamiento/34-lactancia_y_destete_definitivo.pdf

(28) Estrategias Para Mantener la Persistencia de la Lactancia e Incrementar los Rendimientos Productivos.

https://proleche.com/wp-content/uploads/2023/09/Estrategias-para-mantener-la-persistencia-de-la-produccion-de-leche-incrementando-la-produccion-por-lactancia.-Fabian-Vargas.pdf

29 scielo.sa.cr

https://www.scielo.sa.cr/pdf/cinn/v10n2/1659-4266-cinn-10-02-422.pdf

(31) Milk and milk product statistics - Statistics Explained - Eurostat

https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Milk_and_milk_product_statistics

(33) Milk Production 02/20/2020

https://www.nass.usda.gov/Publications/Todays_Reports/reports/mkpr0220.pdf