Claves para reducir la mortalidad en la primera semana de vida de pollitos de engorde y ponedoras
La primera semana de vida del pollito es crítica: representa casi el 20% de su vida productiva y un ave de buena calidad con manejo óptimo no debería superar 0.7% de mortalidad en ese período.
PRODUCCION ANIMAL
8/26/20259 min leer
La primera semana de vida del pollito es crítica: representa casi el 20% de su vida productiva (1) y un ave de buena calidad con manejo óptimo no debería superar 0.7% de mortalidad en ese período (2). La mayoría de las muertes en los primeros 3–4 días están ligadas a la calidad de los pollitos al recibirlos (3), mientras que las posteriores se relacionan con el manejo en granja. Reconocer rápidamente señales de pollitos débiles y retirar los cadáveres inmediatamente es esencial para minimizar pérdidas (3, 4). A continuación se describen las causas más comunes, indicadores de alerta y prácticas preventivas basadas en fuentes técnicas (Aviagen, Ross, AviNews, INTA, etc.):
Causas comunes de mortalidad en la primera semana
Estrés térmico y enfriamiento: Los pollitos recién nacidos carecen de termorregulación; una temperatura ambiente subóptima (especialmente frío) eleva la mortalidad, pues al enfriarse pierden apetito e inmunidad (2, 5). Una cama húmeda o corrientes de aire agravan el frío a través de las patas del ave (6, 7). Por el contrario, el exceso de calor (pico de alta temperatura) también puede provocar distermias o muerte súbita.
Deshidratación e inanición: Retrasos en el retiro de los pollitos de la nacedora o en su ingreso al galpón llevan a que pierdan peso por evaporación, especialmente los pollitos de reproductoras jóvenes (8). Cada hora adicional en la nacedora aumenta ~0,4–0,5% de pérdida de peso si la temperatura corporal cae (8, 9). En granja, falta de acceso rápido a agua y alimento resulta en inanición: en los primeros días un pollito consume alrededor del doble de agua que de alimento (10), y sin comer 24–48 h se retrasa el desarrollo intestinal e inmune (11).
Onfalitis (infección umbilical): La onfalitis –inflamación/infección del ombligo y saco vitelino– es causa frecuente de mortandad máxima entre los días 5–7 (12). Se presenta con pollitos “blandos”, febriles y saco abdominal inflamado; suele ocurrir cuando huevos fisurados o nacedoras sucias facilitan la entrada de bacterias (coliformes, Staphylococcus, etc.) al saco vitelino (13, 14). Las pérdidas por onfalitis pueden alcanzar 5–10% en lotes afectados (12).
Manejo de incubación y transporte: Incubaciones con temperaturas o humedades fuera de rango generan pollitos con ombligos mal cerrados o subdesarrollados, predisponiendo a onfalitis y baja viabilidad (15, 16). Ventanas de nacimiento muy amplias (espera prolongada en la nacedora) deshidratan a los pollitos y reducen su uniformidad (8, 17). En el transporte y manipuleo, golpes o corrientes frías pueden causar asfixia o shock; los contenedores deben estar a ~32°C y 65% HR, evitando corrientes directas de aire sobre las aves (9, 18).
Indicadores de riesgo y monitoreo en la parvada
Para detectar problemas tempranos, las granjas exitosas monitorean varios indicadores:
Llenado del buche (ingesta de alimento/agua): A 1–2 horas del alojamiento, se evalúa el llenado del buche en una muestra de aves (19). Se espera >75% de pollitos con buche lleno a 2 h, >95% a 24 h, y 100% a 48 h (20). Un buche vacío o casi vacío indica falla en la disponibilidad de alimento o problemas ambientales.
Consumo de agua: El agua debe estar siempre limpia y disponible. En condiciones templadas la relación agua:alimento es ~2:1 (puede subir con calor) (10). Se sugiere clorar el agua a 3–5 ppm y desinfectar las líneas entre parvadas (21). Caídas súbitas del consumo hídrico (o sed excesiva) pueden indicar estrés térmico o enfermedad.
Peso corporal y uniformidad: Se recomienda pesar aves de muestreo diariamente. Los pollitos deberían quintuplicar su peso inicial en 7 días (22). La uniformidad (bajo coeficiente de variación) refleja estabilidad; valores menores de 8–10% CV en la parvada indican buena uniformidad. Un 65% de la variabilidad de la mortalidad primera semana se explica por la calidad del pollito recibido (23) , por lo que evaluar el peso y la dispersión a 7 días ayuda a detectar problemas de arranque.
Temperatura cloacal: Es un indicador práctico del confort térmico. Debe medirse la temperatura rectal/cloacal de al menos 0,5% de la parvada en diferentes áreas del galpón, de preferencia durante los primeros 4–5 días. El valor óptimo es 39.4–40.5 °C (24, 25). Temperaturas corporales inferiores sugieren frío ambiente; temperaturas muy altas, sobrecalentamiento. También se revisan las patas: si al tacto están frías, probablemente la temperatura del piso o el ambiente es baja (26).
Comportamiento y distribución: Las aves deben distribuirse uniformemente bajo las criadoras y vocalizar de forma normal. Si se agrupan debajo de lámparas o cerca de las paredes puede haber frío; si se alejan de las fuentes de calor con respiración agitada, hay exceso de calor (27). La observación directa (vista, sonido, olor) del gallinero completa la evaluación ambiental.
Protocolo de recepción en el galpón
Al llegar los pollitos, es esencial ofrecerles un ambiente preparado:
Precalentamiento del galpón: Calentar el galpón al menos 24 h antes de la llegada para uniformizar la temperatura de la cama (28, 29). Mantenga alrededor de 30 °C a nivel del ave el primer día (para pollos de engorde; pollitas de envase similar), con humedad relativa ~60–65% (5). Se debe monitorear la temperatura de la cama directamente, pues los pollitos “toman” calor a través de las patas (30). Las zonas de arranque precisan aporte calórico puntual (criadoras
o tapetes), sin exceso de corrientes de aire (velocidad <0.2 m/s bajo criadoras) (31).
Iluminación y fotoperiodo: Proporcione al menos 23 horas de luz continua (30–40 lux) durante los primeros 7 días (32). Una hora de oscuridad mínima (0.4 lux) ayuda a prevenir estrés, descanso y detectar anomalías. Distribuya la luz uniformemente (>25 lux sin zonas oscuras) para que todas las aves vean agua y alimento (32, 33). Después de 7 días puede aumentarse progresivamente el período de oscuridad a 4–6 h.
Densidad de alojamiento: La densidad inicial depende de la potencia de calefacción disponible. En general se recomienda 40–45 pollitos/m² al ingreso (34). Si se usa crianza por cercos en el galpón (medios lotes), comience con espacio suficiente y luego reduzca a partir de los 7 días.
Ventilación y calidad del aire: Mantenga flujo de aire suave (renovación constante sin corrientes frías) para eliminar amoníaco y humedad pero sin causar sensación térmica a las aves (35). No se debe apuntar ventiladores directamente sobre los pollitos. En esta fase inicial la ventilación es para renovar el aire (intercambio sensible bajo), no para enfriar.
Cama de iniciación: Use cama limpia, seca y desinfectada. Una cama húmeda o con excrementos aumenta el riesgo de enfriamiento por las patas y de infecciones. Se recomienda una capa mínima de 5–8 cm de buen material aislante (viruta, aserrín) para aislar el piso (36). Además, el papel de recepción cubre el piso para facilitar el consumo inicial y mantiene la cama limpia los primeros días (37).
Manejo de la alimentación inicial
Un arranque nutricional adecuado impulsa el consumo y el vigor de la parvada. Entre las prácticas recomendadas están:
Pollito con acceso a alimento inicial sobre papel (estrategia común de arranque). Se debe ofrecer alimento crudo inmediatamente al ingresar las aves al galpón (37). Coloque el alimento en bandejas planas (una cada 100 aves) o directamente sobre papel que cubra el 80–100% del área inicial (37, 38). Las bandejas o el papel nunca deben quedarse sin alimento: agregue más frecuentemente durante los primeros 3–4 días para mantener oferta continua (39). Use un alimento de inicio de alta calidad y fácil digestión (harina gruesa o migajas), ya que los pollitos recién nacidos prefieren partículas grandes visibles (10). Se sugiere una proporción agua:alimento ~2:1 desde el primer día (10). Cubra bebederos y líneas con agua fresca (5–25 °C) para fomentar la ingesta, recordando que los pollitos toman unas 65 mL/ave en las primeras 24 h (10, 40). Un correcto manejo de comederos y bebederos –altura ajustada, sin fugas ni obstrucciones– es fundamental.
Gestión de personal, bioseguridad y vacunación; calidad del pollito de un día
Bioseguridad y limpieza: Adopte el principio de “todo dentro-todo fuera”: todas las parvadas deben ser de una sola edad, con limpieza y desinfección completa de galpón, equipo y vehículos antes de cada llegada (41, 42). Antes de entrar al galpón, el personal debe desinfectarse manos y calzarse botas limpias; visite solo con ropa exclusiva de granja. Mantenga estándares elevados de higiene en la planta de incubación y en el transporte: trasladar pollitos rápidamente en cajas limpias y protegidas previene estrés y contaminación (9, 42). Los proyectos exitosos miden la carga bacteriana post-limpieza (recuentos totales, Salmonella, E. Coli) para validar la efectividad de la desinfección (43).
Vacunación: Asegure que las pollitas o pollos sean vacunados según programa recomendado (Marek, Newcastle, Bronquitis, Gumboro, Coccidiosis, entre otras) ya sea en incubadora (inyección o spray) o en granja. Cada ave debe recibir la dosis adecuada. La vacunación en clima confortable y bajo los estándares de calidad de vacunas refuerza la inmunidad inicial.
Calidad del pollito: La calidad del ave de un día (peso corporal, hidratación, ombligo limpio) influye directamente en la mortalidad posterior. Estudios muestran que ~65% de la mortalidad en la primera semana está asociada a la calidad inicial del pollito (23). Evalúe al menos 10–20 aves de muestra al llegar: verifique peso (objetivo mínimo según genética), ausencia de deformidades, buena hidratación y ombligo cicatrizado. Un ombligo abombado o negro indica riesgo de infección. La prueba de Cervantes (puntuación de 0 a 100) es un método estandarizado para evaluar calidad individual (44). Ante baja calidad, comuníquese con la incubadora.
Capacitación y protocolos: El personal debe estar entrenado en reconocer síntomas tempranos de enfermedad o fallo de manejo. Llevar registros diarios de consumo de alimento/agua, peso y mortalidad ayuda a detectar tendencias negativas. Siguiendo guías de manejo por etapas (por ejemplo, Ross o Cobb) se estandariza la respuesta ante variaciones en los parámetros productivos.
Medidas preventivas y correctivas aplicadas en granjas exitosas
Los establecimientos con baja mortalidad comparten prácticas preventivas estrictas y acciones rápidas al detectarse problemas:
Higiene en pre-incubación e incubadora: Se realiza higiene exhaustiva de nidos y gallineros madre, y de las incubadoras tras cada lote (45). Se evita que los huevos lleguen húmedos o rotos; las bandejas nacedoras se secan y desinfectan rigurosamente (45). Si se identifican huevos fisurados, pueden fumigarse los equipos antes de iniciar un nuevo lote (45). El objetivo es lograr pollitos con ombligo limpio y casi cerrado (46). Las zonas de eclosión se mantienen en temperatura y humedad óptimas para evitar la malformación del ombligo y favorecer un nacimiento rápido.
Control de la ventana de nacimiento y manejo inmediato: Se procura una ventana de nacimiento lo más corta posible (8). Se aconseja no retirar los pollitos de la incubadora hasta que la mayoría estén secos, para evitar dejar en la nacedora a los que eclosionan tarde (riesgo de deshidratación) (17). Al llegar, los pollitos se colocan rápidamente en criadoras con condiciones climáticas óptimas (31–32 °C en criadora) (9, 47). En muchos casos se añaden bebederos de goteo en la nacedora durante el transporte para estimular la hidratación temprana.
Arranque nutricional intensivo: Se incentiva al máximo la ingesta inicial: cubrir toda el área con alimento en papel, muchas fuentes de agua, e iluminación brillante. A veces se suplementa agua con electrolitos o vitaminas en las primeras 24 h para contrarrestar el estrés de viaje. Se vigila que al menos 80–90% de los pollitos tengan el buche lleno tras 4–8 horas del ingreso (20). Si no se logra, se toman acciones correctivas inmediatas (por ej. revisión de temperatura, aumento de luz, ajuste de densidad).
Monitoreo continuo y ajuste: Los productores exitosos realizan pesajes frecuentes y analizan uniformidad. Si la mortalidad se eleva por encima de la norma (<0.7% primera semana) (2), se busca causa: necropsias de los muertos (para diferenciar onfalitis, problemas respiratorios o metabólicos) y revisión de sensores (temperatura, humedad). En base a esto, se ajustan ventilación, alzas de criadoras o manejo de agua. Por ejemplo, si aparecen muchos pollitos con patas o cloacas frías, se aumenta el calor focal; si aparecen acidosis por frío, se eleva temperatura ambiental.
Mantenimiento de la infraestructura: Se realiza higiene post-parvada (limpieza profunda de bebederos, comederos, sistema de agua y galpón) como práctica rutinaria. Aviagen recomienda clorar el agua a 3–5 ppm y aplicar desinfectantes específicos en las líneas de bebida (21). También se revisan sistemas eléctricos y de calefacción antes de cada ciclo.
En conjunto, estas acciones –basadas en recomendaciones de empresas genéticas (Ross, Aviagen, Cobb, Hy-Line) e instituciones técnicas (INTA, universidades)– garantizan que los pollitos empiecen su vida en condiciones óptimas. Un manejo riguroso del ambiente, la alimentación y la bioseguridad durante la primera semana reduce al mínimo las muertes iniciales y establece las bases para un lote saludable y productivo.
Fuentes: Manuales técnicos de Ross, Aviagen y Hy-Line, artículos especializados (aviNews, ElSitioAvícola, Engormix), y boletines de empresas avícolas (Pas Reform, Cobb, etc.) (2, 37, 41, 45, 48) .Estas referencias respaldan los puntos expuestos y brindan guías prácticas basadas en evidencia.
(1, 18, 28, 30, 33, 34, 35, 38, 40) Manejo de Recepción de un Pollo de Engorde
https://www.abcavicola.com/post/manejo-de-recepci%C3%B3n-de-un-pollo-de-engorde
(2, 9, 16, 25, 36, 41, 42, 43) images.proultry.com
(3, 4) Mortalidad en Aves: Causas y Control
https://metalteco.com/mortalidad-aves-causas-y-control/
(5, 6, 7, 29, 31) El manejo en la primera semana de vida del pollo de engorde - aviNews, la revista global de avicultura
https://avinews.com/el-manejo-en-la-primera-semana-de-vida-del-pollo-de-engorde/
(8) Nacedoras: Deshidratación del pollito y otros problemas en la nacedora
https://avinews.com/deshidratacion-del-pollito-nacedoras-y-otros-problemas/
(10, 11, 22) Nutrición de pollos de engorde durante la primera semana - aviNews, la revista global de avicultura
https://avinews.com/nutricion-pollos/nutricion-de-pollos-de-engorde-durante-la-primera-semana/
(12, 13, 14, 15, 17, 45, 46, 47) Prevenir la onfalitis para reducir la mortalidad durante la primera semana - El Sitio Avicola
(19, 20, 21, 24, 26, 27, 32, 37, 39, 48) aviagen.com
(23, 44) Correlación entra calidad del pollito de un día y mortalidad de la primera semana - El Sitio Avicola
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